Los frenos hidráulicos son una aplicación del principio de Pascal: ejercemos una fuerza con el pie en un émbolo pequeño y el fluido la transmite y, según la relacíon entre las secciones de los émbolos, la amplifica. También cambia la dirección y el sentido la fuerza aplicada.
Los frenos de disco funcionan igual, pero en ellos la presión comprime unas mordazas contra unos discos que giran paralelos al plano de las ruedas
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